lunes, 19 de marzo de 2012

Icy night





El frío entraba por todas las oquedades de mi cuerpo llegando hasta la última concavidad de éste, en un intento desesperado de calentarme me acerqué a  ti, y tú, cogiéndome de la cintura, te acercaste. Sentía tu respiración en mi cuello y eso me tranquilizaba y excitaba simultáneamente, dejé de pensar en que hacía menos siete grados lejos de ti. Una comodidad absoluta invadía mi inestabilidad cotidiana, acerque mi boca a tu oreja y rocé ésta con mi nariz helada, giré ligeramente la cabeza  para mirarte y entonces lo hiciste, me besaste.

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