lunes, 28 de mayo de 2012

Sólo una letra?




Una vez, una futura escritora muy inteligente y especial me hablo de la letra ‘f’. De su letra ‘f’ y el por qué la ‘f’.
Fue a su cuaderno de notas y me recitó este escrito:

"Me gusta la letra f.
De fallo, de fiesta,
de felicidad, de follar.
Su forma, con efe.
Sus curvas. Es fácil de dibujar.
Me encanta la letra f.
De fuerza, de firme, de frágil.
Pero no de fácil. Ni de fusta.
De función, de festín.
De fuera, de fruta prohibida.
De fatalidad, de falta, de fusa.
De fiebre, de Francia,
de fusión, de fue.
Adoro la f...
de fin"

Cuando escuché esas palabras fluyendo por su boca me sorprendió, ¿cómo una letra puede abarcar tanto? una insignificante letra… aunque, bueno… realmente no es tan insignificante. Desde entonces cada vez que leo una palabra con la letra ‘f’ pienso en Elena, en su inocencia y en su forma de ver las cosas, yo quiero ser así.
Aparte de superhéroe, de mayor quiero ser como Elena.

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